El agua que llena el mundo, la huella que deja.
Hoy es 22 de marzo y nos encontramos en el Día Mundial del Agua. El agua está presente desde que nacemos hasta que morimos y sin ella no podríamos sobrevivir. Pero también causa un impacto que se conoce como Huella Hídrica.
Sin embargo, solo el 3’5% del total del agua es dulce, el resto pertenece a mares y océanos. Y de ese 3’5%, una gran parte está congelada en glaciares y casquetes polares. Y en muchos países, especialmente de África, el grueso de la población no cuenta con las infraestructuras necesarias para potabilizar el agua. Entre ellos se encuentran República Democrática del Congo, Somalia y Etiopía.
Además, de acuerdo con un informe de la ONU , se calcula que en los próximos años, dos tercios del planeta podrían experimentar escasez de agua y millones de personas se verán desplazadas por ello.
En esta línea, el agua comenzó a operar en el mercado de futuros de los Estados Unidos ante una potencial escasez, como un commodity más, como por ejemplo el petróleo. Resulta curioso pero también alarmante.
Por ello, nos gustaría hablar de la huella hídrica y del uso eficiente del agua para reducirla. En primer lugar habría que explicar qué es esta huella. Es un indicador global del uso del agua dulce que realizamos en nuestra vida diaria de forma directa e indirecta.
Según la plataforma Water Footprint Network hay tres tipos de Huella Hídrica:
Huella Hídrica Verde: es el agua retenida en el suelo que proviene de las precipitaciones, es decir, de la lluvia y nieve, y que queda almacenada en la tierra. Las plantas la absorben y la devuelven a la atmósfera mediante evo transpiración. Tiene mucha importancia para productos agrícolas.
Huella hídrica azul: Es el agua que proviene de fuentes naturales o artificiales (superficiales o subterráneas) y que se devuelve a una cuenca o mar o se evapora durante la producción de un bien. Pueden tener este tipo de huella el uso doméstico, la agricultura de regadío y la industria.
Huella hídrica gris: es la cantidad de agua dulce necesaria para diluir el agua contaminada en el proceso de producción hasta que recupere unos niveles de calidad.
Huella hídrica de España:
España es el país más árido de la Unión Europea y es el segundo país de Europa con mayor huella hídrica, con 2.461 metros cúbicos por habitante al año. Esto es equivalente a 6.700 litros por persona y día. Por sectores, la agricultura es el que usa una mayor cantidad de agua. Para hacernos una idea, mientras que la agricultura española tiene un gasto del 80% de agua, la industria requiere un 15%. La huella hídrica de la ganadería en España también es de una magnitud importante. Sin embargo, una agricultura moderna (con uso eficiente de la tecnología) reduce la huella hídrica considerablemente. No ocurre lo mismo con la ganadería actualmente.
En esta misma línea, vamos a explorar cuántos litros de agua se necesitan para producir alimentos.
Cabe destacar que se recomienda un mayor consumo de alimentos vegetales que de animales, ya que se necesitan muchos más litros de agua para producir un kilo de carne que para cultivar un kilo de cualquier verdura.
Según datos de la FAO, de media, hacen falta 13 litros de agua para producir un tomate. Para una patata se necesitan 25 litros y para una naranja 50. Mientras que para una hamburguesa hacen falta 2.400 litros y para un filete de ternera 7.000.
Y, ¿qué relación existe entre la huella de carbono y la huella hídrica?
Ambas tienen relación con el desarrollo y la sostenibilidad, y con los impactos ecológicos y económicos.
Para profundizar sobre la huella de carbono en la alimentación te recomendamos leer este artículo
