Gracias a la celebración de la cumbre del clima se ha podido llegar a un acuerdo entre ciertos países y los fabricantes de coches para reducir las emisiones.
La cumbre del clima, COP 26, que comenzó el 31 de octubre en Glaswog (Escocia), terminará el viernes 12 de noviembre. En todo este tiempo los países han podido demostrar el compromiso que tienen contra el cambio climático, y ver en qué punto están desde que en 2015 firmarán el Acuerdo de París.
En dicho acuerdo, 195 países se comprometieron a no sobrepasar los 2ºC y si fuera posible 1,5ºC el calentamiento del planeta sobre los niveles preindustriales.
Desde 1995 se está celebrando dicha cumbre del clima, por todos los países firmantes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático en 1992. En esta convención se dejó claro que el cambio climático se debe en parte a las emisiones GEI que emiten los seres humanos en su actividad diaria.
Es por ello, que los países que se adhirieron se reúnen cada año en la cumbre del clima con el objetivo de establecer pautas de actuación para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que generamos.
Como hemos mencionado, la cumbre del clima de este año está llegando a su fin y ya hay un primer borrador. En él, se establece que las actividades del ser humano ya han generado hasta la fecha 1,1ºC del calentamiento y que sus consecuencias se están haciendo visibles por las diferentes regiones.
Otra de las conclusiones a las que se ha llegado en la cumbre del clima es que hay una urgencia por una mayor ambición y acción, porque en caso de seguir así no seremos capaces de cumplir el objetivo de no aumentar el calentamiento en 2ºC. A este problema se le añade que los países no están dedicando la financiación necesaria para reducir el calentamiento.
Por ello, se ha incentivado en la cumbre del clima a los países desarrollados que cumplan con el fondo de 100.000 millones de dólares anuales para que los países subdesarrollados también puedan cumplir dichos objetivos.
Además, este año ha surgido un hecho relevante en el que una serie de países se ha unido con empresas de fabricantes de coches (Ford, General Motors, Mercedes-Benz, Volvo, Jaguar Land Rover y BYD) con el objetivo de terminar con la venta de coches de combustión para 2035 en los mercados más importantes del mundo.
Esta asociación de países con empresas privadas del sector del motor se ha llevado a cabo, porque el sector del transporte genera el 20% de las emisiones de efecto invernadero mundiales. En base a este acuerdo la Comisión Europea ha considerado que a partir de 2035 no se debería comercializar ningún coche de gasolina, diésel, gas natural o híbridos.
En caso de ratificarse por los 27 países miembros, supondría que todos los coches vendidos en la Unión Europea a partir de 2035 sean totalmente neutros. Este es uno de los motivos por los que España no se ha unido en la actualidad, al pacto mencionado anteriormente con los fabricantes de coches.
Además, otro de los motivos es porque normalmente este tipo de pactos no tienen un carácter vinculante porque no entran dentro de las negociaciones oficiales de la cumbre del clima de la ONU. Esto conlleva, que son los países los que luego tienen que llevar a cabo políticas nacionales para que se cumplan, hecho que no siempre se materializa.
Por último, se querrá tratar en la cumbre del clima temas relacionados con el transporte marítimo y terrestre, que en ocasiones los planes que se desarrollan de manera nacional no cubren estos aspectos. Además, se culminará la jornada hablando acerca de las nuevas explotaciones de petróleo y gas natural.
Desde Bezero, consideramos que el hecho de que se celebre la cumbre del clima anualmente es algo positivo para poder tener una perspectiva global de cómo estamos nacionalmente como el conjunto de los países. Más aún, este tipo de jornadas ayudan a que surjan nuevas iniciativas interesantes como el acuerdo entre los 7 países citados y los fabricantes de coches.
Consideramos que a pesar de que se llevase a cabo la propuesta realizada por la Comisión Europea, sería interesante que España se adhiriese igualmente al pacto que ha surgido durante la cumbre del clima con los fabricantes de coches. Esto no solamente supondría un impulso en las políticas medioambientales nacionales, sino que atraería a inversores, lo que actualmente es una necesidad para potenciar la economía.