Las inversiones ESG son el presente y el futuro.
No son pocos los estudios que han concluido que las inversiones ESG, es decir, invertir en los criterios medioambientales, sociales y de buen gobierno, no sustraen rentabilidad, sino que ayudan a reducir los riesgos en cartera y reducen las caídas máximas.
Esta noción se ha adentrado cada vez más en la cabeza de los inversores, pero cabe destacar que 2 de cada 5 institucionales todavía está inseguro y preocupado sobre la rentabilidad y rendimiento de las carteras ESG. De hecho, así lo demuestra el Estudio del Inversor Institucional de Schroders 2021, aunque destaca la reducción de las instituciones que desconfían en las inversiones ESG ya que, en 2019, 1 de cada 2 encuestados mostraban dudas sobre la fiabilidad de dichos productos.
Otro de los informes que ha tratado de demostrar que la inversión responsable es más fiable es Compatibilidad entre la ISR y la Rentabilidad, realizado por Financière de l´Échiquier, realizando un análisis del comportamiento de los fondos en el 2020. Llevando a cabo la comparación entre una cartera que tenían las mejores calificaciones en ESG, frente a otra con las peores calificaciones. El resultado fue una rentabilidad del 15% y 0,2%, respectivamente.
Además, también se analizó los días necesario para recuperar la inversión. La cartera compuesta por compañías con extraordinarias calificaciones en ESG necesitaron 264 días, mientras que la otra cartera necesitó 323 días.
El estudio elaborado anualmente y recientemente presentado por Schroders hace ver que las dudas sobre estas inversiones se produjeron por primera vez en 2017. Otra de las conclusiones que se han extraído de este informe es que se ha incrementado el porcentaje de personas que consideran que hay falta de transparencia ya que anteriormente era un 40% y actualmente es el 53% de los inversores.
En base a todo esto ha aparecido la primera y principal amenaza, el conocido greenwashing, es decir, utilizar el término verde como una herramienta publicitaria y no de concienciación. Algo que está teniendo que combatir la Unión Europea con medidas como el estándar de bono verde o taxonomía para los activos financieros verdes.
Un factor que tampoco se podía quedar fuera de la ecuación en el desarrollo de las inversiones ESG ha sido el Covid-19 sobre todo en Europa, ya que el 62% de los inversores europeos han destacado que actualmente las inversiones ESG son “significativamente más importantes” que antes de la pandemia, mientras que, en Estados Unidos, solo lo consideran el 41% de los inversores.
La importancia de las inversiones sostenibles no solo se diferencia entre países, sino que ha habido una serie de sectores que han puesto el foco en estas. Los sectores en cuestión son las instituciones públicas y la banca privada donde ha crecido la importancia de la sostenibilidad en un 70% y 67% respectivamente.
Desde Bezero, entendemos que todavía siga habiendo dudas ante las inversiones ESG debido a que es algo reciente. Pero estamos observando que va a ser el futuro y que todas las compañías, instituciones y personas que consigan dar el paso y apostar por la sostenibilidad, no solo van a salir ganando, sino que se van a adelantar al futuro inmediato.
Estamos viendo como distintos organismos de repercusión internacional, como la Unión Europea o las Naciones Unidas, están implementado cada más medidas y regulaciones para que el día de mañana tengamos un mundo igualitario y sostenible. Esto quiere decir que las inversiones ESG han llegado para quedarse, porque son el presente y el futuro.
